La semilla – 04

Vamos a aprender de los errores, hagamos algo inteligente.

Miercoles 17 de Marzo de 1920, Coppertown New Mexico.

En un agujero infernal del culo del mundo, llamado Veta Ancha, nuestros investigadores se encuentran sumergidos hasta el cuello en mierda. Agnés ha caído por un pozo de más de 300 metros de altura convirtiendose en mermelada Agnés&Co. con lo que a algunos del grupo entre ellos a John se le ha ido un poco la olla y escucha a Agnés por los tuneles de la cueva gritando su nombre y pidiendo auxilio. Con este panorama el pimpollo que han contratado para que les guíe por el tunél empieza a tener dudas sobre si continuar con el plan o no…
John decidido a encontrorar a Agnés se adentra más en los tuneles dejando atrás el derrumbamiento, los demás deciden investigar un poco el derrumbamiento pero no encuentran grandes pistas, unas botas usadas y ningún rastro de sangre. Más preocupados por John que por la investigación, siguen metiendose en los nauseabundos tuneles de la Veta Ancha, de hecho llegan tan lejos que José se hace «popo» y decide que el no va a seguirles más, que le contratasteis para guiarlos hasta aquí, así que hasta aquí ha llegado. Le convencen que antes de irse deje a Agnés preparada para ser remolcada a la superficie y que no le diga nada a nadie.
Dicho esto, siguen otra vez al loco, porque claro, quién está más loco? El loco, o los locos que siguen al loco?

La cuestión es que llegan a un punto curioso del túnel, un extraño altar se alza ante ellos y alrededor suyo 5 esferas de color blanco de unos 10-15 cm le rodean, parecen huevos, aunque no sabrían decir de qué animal proviene. Laura que lleva a Benjamin, empieza a notar que algo se le mete en su cabeza, como si intentará saludarle, o algo… no sabe entender que ocurre. Por otro lado Stan decide llevarse un huevo de esos, y por último John sigue escuchano a Agnés por los túneles.

Viendo el panorama, ocurre lo siguiente, Benjamín recibe un flash mental en el que entiende que hay «algo» espiandolos, que no le gusta que le toquen los huevos (literalmente) y que mejor que se larguen de aquí. Stan con un par de huevos, decide que da igual lo que diga su compañero, que se llevará un huevo. Y John por otro lado decide que ya es demasiado viejo para estas mierdas, que Agnés le necesita y que se ha ido por…. allí y se mete en un túnel con una flecha roja. Nadie le sigue y sin embargo siguen discutiendo de que cojones hacer con los huevos.

No tardan mucho en entender la situación. Algo ataca la mente de Stan, un flash se le mete en la cabeza y le deja confuso, tan confuso que suelta el huevo, que este no se rompe al caer por suerte, pero hace que el suelo tiemble de manera violenta…

Deciden que es momento de largarse de aquí… mejor por dónde han venido y olvidando a John y recordandolo como un héroe.

Huyen, pero sorpresa, una criatura de tentaculos les bloquea el túnel, un par de tiros lo arreglaran piensa Lily, es decir Paco… pero la verdad es la opuesta a eso… sordos como tapias ahora Benjamin y Paco, atados por una cuerda intentan huir de los golpes que intentar proporcionar esa cosa. Al menos no se han vuelto tarumbas al verlo.

Stan quién ya hace rato que ha pensado, «mierda me toca seguir al loco de John» ha echado a correr e incluso a intentado coger un huevo (tiene huevos la cosa) de camino a John, pero fracasa, por eso de ver aparecer a otro de esos monstruos y estar corriendo como en unos san fermines. La cuestión es que no fracasa huyendo y consigue sortear a los bichejos.

Por desgracia no ocurre lo mismo con Benjamín y Paco, los cuales se encuentran en la habitación de los sacrificios dónde estan los huevos, con un monstruo detrás y otro delante, mientras ven como Stan huye como un cobarde por un túnel.

Se lían a tiros, pero no contra las criaturas, eso ya han visto que es poco efectivo, se lían a tiros contra los huevos!
Una cosa tienen clara, petar los huevos les cabrea, así que algo haremos… De manera practicamente milagrosa, consiguen petar 4 de los 5 huevos, pero por el camino Paco se encuentra rodeado de tentaculos y bocas hambrientas de estos maravilloso Cthonians… así que se despide del mundo entre sordera y agonicos huesos y huevos rotos.

Por «suerte» Benjamín consigue esquivar algunos de los golpes de estas criaturas, y logra escapar siguiendo el camino que ha seguido Stan y John, las piedras que se derrumban del techo le dejan tan herido que un leve hematoma le puede costar la vida, pero que leches… esta vivo, aún.

Volviendo a John, este se encuentra al final del túnel una puerta de madera, la abre sin esperar a escuchar los gritos de Agnés y se encuentra una escalera que sube unos 20 metros, arriba una trampilla que abre sin esperar los gritos de Agnés (se ve que le mola ir como un jabalí a por una bellota). Vale, es raro, pero esta en una cocina de una casa que da al exterior… uops… mejor que se esconda, aún es de noche pero no quiere abusar de su suerte y encontrarse con personas que tienen un armario secreto que conecta con bichos de otro mundo… por si acaso.

Moviendose torpemente por la casa se da cuenta que hace un poco de ruido y decide ponerse debajo de la escalera entre fregonas para esconderse. Un ruido en el piso de arriba le pone alerta, y escucha las voces de Agnés… aunque ocurren dos cosas, una gramola empieza a sonar arriba, y por la trampilla de dónde ha salido ahora sale Stan, quién raudo y veloz no se pregunta que hace en una cocina, sino que avisa a John que esto se les ha ido de las manos… que inciemos el protocolo salamandra, «matar a quien se ponga delante y quemar los restros de nuestra presencia», esto tendría sentido si fueran un grupo veterano de Cthulhu pero que pollas, les permitimos liarla un poco llegados a este momento.
Stan aprovecha el ruido para coger dos cuchillos de la cocina y se los mete el bolsillo. A esto que llega Benjamin quien sordo como una tapia los ve en la cocina y llama a Stan.

Habiendo anunciado su presencia en la casa, deciden un plan… subir y matar quien este arriba… porque tiene que ser malo por vivir aquí.

Pero antes de llegar a subir un tembleque en el suelo sacude la casa. Parece que les da bastante igual, será solo un terremoto matutino… aunque la aguja de la gramola salta y deja de escucharse nada… que mierdas, sigamos explorando aún con los terremotos.

Investigan un lavabo, (Bien Stan), y John va a un dormitorio. Poco pueden ver cuando algunas de las vigas se les caen encima. De manera milagrosa, Benjamin consigue salir de la casa detrás de Stan quien recibe un maderazo de una viga en la cabeza. Les parece ver que los huespedes de la casa han huído a caballo hacia el pueblo… bellacos…

John en su cruzada individual en busca de Agnés, decide saltar por la ventana, aunque por suerte cae bien no se hace daño.

Los tres vivos aún, huyen del lugar y se dan cuenta que estaban en la hacienda de los Beaslie quienes parece que han llegado al pueblo.

Discuten como pueden un plan, pues Benjamín esta medio sordo y herido, y John insiste que Agnés esta por aquí y tiene que salir a buscarla. Acaban concluyendo que lo mejor sera esperar un par o tres de horas a que se haga de día, acercarse al pueblo, coger sus cosas y largase, así que se tumban en la cuneta detrás de un arbusto y ale a esperar.
Pero como ya he dicho, John oye a Agnés por algun lado, y no puede evitar ir a por ella. Abandonando otra vez a sus compañeros John se dirige hacia el pueblo y convencido que esta detenida en la prisión del sherrif, se cuela por la puerta principal y despierta el sherriff dormido. Le insiste que le deje ver a las 5 de la mañana a Agnés de la prisión. Una tirada de persuasión le libra de una noche en la prisión, pero no le ayuda a entrar a ver dónde esta Agnés.

Por otro lado a fuera se esta montando un follón con jinetes arriba y abajo, el cual no pasa desapercibido por el Sherriff quién sale a preguntar. John con el alboroto decide planear mejor como colarse en la prisión y espera en un porche oculto por la noche y las sombras de la Luna. Por desgracia no escucha nada de los que dicen los jinetes, ni el Sherriff.

Por otro lado, Benjamín y Stan esperan esas pocas horas, aunque al poco se despiertan al oír como unos jinetes se les acercan.

Confiados en su gran arbusto escondite, rezan para que no les pillen, aunque el alba les jode el plan. 6 jinetes armados con fusiles de gran calibre les emboscan, detienen, maniatan y secuestran. A lomos de un caballo les llevan de nuevo a la Veta Ancha, dónde les vuelven a atar en unas sillas en una casita que puede decirse «chavola de las torturas». Uno de los jinetes se dirije a un hombre con traje como Señor Beaslie, con lo que descubren quien les ha hecho esto, al menos algo sacan.

Una tortura empieza, les clavan astillas en las uñas, les arrancan uñas, les queman el pelo, pinchan ojos, e incluso les arrancan los pezones, pero Benjamín herido como estaba, muerte sin soltar palabra… por desgracia, Stan no aguanta tanto… entre agonías acaba soltando una verdad… Johsua el Cura, les contrato para investigar algo… y poco después muere…

Con que la partida acaba aquí… ah! No! Os acordaís de John? En algún momento ve pasar a los 6 jinetes llevando a sus colegas a lomos por el pueblo y llevandoselos a la Veta Ancha, pensando un plan, acaba recuperandose de la locura de Agnés, aceptando que esta muerta… así que sereno, y con 115$ en el bolsillo se pone manos a la obra.

Va a un establo y compra el caballo más barato que encuentra, apenas 30$ por un caballo viejo, y enfoca el morro en dirección opuesta a la veta Ancha y se larga como Lucky Luck en su finales.

Tira Cordura para abandonar a sus amigos, con lo que falla y consigue llevarse un transtorno bonito de «abandono» (Miedo a ser abandonado por sus colegas y amigos).

Fin.

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