Entre la pluma y la pared. Parte VII

Tras lo ocurrido en San Juan, Paco en un momento de distracción aprovecha para irse, mientras deja a sus compañeros sueltos en un pueblo donde los fantasmas cada vez retumban en sus oídos más fuerte.

Todos acuerdan que no merece la pena seguir a Paco, que deben volver a San Cristobal a informar a Verdugo de lo ocurrido. Pero antes Breogan decide que su deber es enterrar a Don Lorenzo, para ello quieren ir al norte donde hay el cementerio de San Juan, la idea es interesante pero una niebla que antes era disimulada por los humos de las llamas ahora cada vez se hace más presente y esta niebla trae consigo la mala costumbre de dar guantazos fantasmagóricos, así que tras ver como se empiezan a hacer fantasmas corpóreos alrededor suyo, deciden que huir del pueblo parece una buena idea.

El plan es bueno, vayámonos al norte, Breogan cargando el cadáver siempre, pero resulta que tras un rato huyendo de la niebla, se encuentran a una patrulla de soldados Montaigneses enfrente, esquivándolos como auténticos jefes, deciden ir a las montañas, ya que en el mar no hay nada que les espere, pero por más que avanzan se encuentran atrapados entre una niebla llena de fantasmas hambrientos de sangre y soldados de Montaigne con rifles muy dañinos.

Luchan de manera épica contra todos, a doble frente, Breogan incluso usa el cadáver de Don Lorenzo para dejar inconsciente a un soldado usándolo como proyectil.

Tras luchar contra todo, deciden que la única salida que les queda es ir al mar.

Y vuelven lo andando con la intención de ir al puerto de Alcarnuez o San Juan y apropiarse de un bote al menos, pero una vez más sus intentos son frustrados, Breogan recibe un balazo en la pierna y Fabio también resulta herido, y se ven empujados a un acantilado contra al mar, sin pensárselo ni tan siquiera un segundo se lanzan al agua desde una altura de como 50 metros. Los mosquetes de los soldados a esta distancia solo consiguen agitar el bravo mar de Castilla.

Nuestros héroes todos ilesos de la caída, pero con heridas de las refriegas, divisan un barco a la distancia, y deciden que es su única esperanza, así que empiezan a nadar hacia él.

Pero a medio camino, la suerte no les vuelve ayudar, encuentran lo que parece el cuerpo de una mujer ahogada, pero deciden que por si es una sirena mejor no jugársela (Y cuanta razón tenían), resulta que se encuentran en un banco de sirenas y están intentan hacer un festín con nuestros héroes, pero resultan ser unos duros rivales, ya que en el agua con la ayuda de sus cuchillos consiguen matar un par. Pero tras unos cuantos asaltos ven como se aproximan media docena de sirenas más… desesperados y preparados para enfrentar la muerte, de golpe y por sorpresa son pescados por el barco que divisaban.

Como peces recién capturados y colgados de una red junto con una sirena que apuñala Astrid con la cara empapada de rabia y sangre, ven como de entre la tripulación de este navío sale Alicia y les libera de la red, esta les presenta al capitán del navío, un hombre extremadamente fuerte y con rasgos árabes llamado Donna, que les invita al camarote para que se curen y se unan a su tripulación, ya que Alicia les ha hablado muy bien de ellos y como favor a ella han venido hasta aquí porque intuía que quizás necesitarían ayuda. Y la sesión termina diciendo que van rumbo a Isla de la Bucca y con la pregunta de Alicia de:

  • ¿Y Paco donde está?

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Entre la pluma y la pared. Parte VI

Camino a San Juan, un viaje de largos días cabalgando por un camino costero que intenta siempre evitar cualquier patrulla o gente, pero que da unas vistas a la costa rocosa de castilla, los caminos se hacen serpenteantes y difíciles de vez en cuando.
Cuanto más se aproximan a San Juan las vistas al mar revelan una batalla entre flotas a la lejanía, entre las nieblas del horizonte fogonazos luminosos se encienden esporádicamente a poca distancia entre ellos y tras unos segundos de cada fogonazo un trueno sordo suena.

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Alcarnuez

Alcarnuez es un pueblo a pocos kilómetros de San Juan y es donde Domingo les aconsejó que pasaran la noche antes de ir a San Juan, la posada de allí les puede ofrecer un hospedaje seguro sin preguntas indiscretas.
Al llegar a la posada lo primero que se dan cuenta es que un hombre con ropajes harapientos esta en el porche, y tras unos saludos breves entran en la posada donde conocen a José del Toro, amigo de Domingo y posadero. Este les atiende amablemente y habla de lo ocurrido en San Juan, gritos se escuchan en las noches más oscuras y afirma que la gente que va allí, o no vuelve, o vuelve loca.

En un momento en que Paco se presenta como Ochoa, el viento se mueve con un suspiro que repite su nombre, pone los pelos de punta de los presentes pero nada más que eso.

Investigan un poco por el pueblo, y descubren que hay una cueva que se dice que se esconde el único hombre del pueblo que ha ido a San Juan tras lo ocurrido allí, es el pescador Agustín.

Evidentemente no tardan en ir, consiguen un barcaza prestada de la playa y se van hacia allí, donde encuentran un hombre de edad muy avanzada que a duras penas puede blandir una espada apropiadamente, que les grita que se larguen. Estos no tardan en ver que intenta ocultar un cofre detrás de sí.

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Agustin el Pescador

Tras calmarlo un poco le preguntan sobre San Juan que quieren ir allí y saben que él sabe algo de lo que ocurre allí.

Y aquí es donde les cuenta que los fantasmas se han apoderado de la ciudad de San Juan, solo el demonio vive allí. Y que quien va allí enloquece.

Cuenta también la historia que él era pirata en sus tiempos mozos pero le robo un botín al ultimo pirata con el que estuvo el temido Peter Sullivan, y que intento esconder su tesoro en San Juan, pero lo que vió allí no le deja dormir desde entonces.

Tras el lamentoso espectáculo, nuestros héroes deciden que como es un pirata, quien roba a un ladrón 100 años de perdón, así que lo apartan y le quitan el bote que esta en mejor estado y el cofre, eso sí le dejan una cantidad suficiente como para retirarse con comida… eso si consigue salir de aquí claro. Todo unos héroes los míos.

Bueno pues tras la charla ya se sientes dispuestos a luchar contra lo que se encuentren en San Juan, asi que van allí y lo que encuentran es una ciudad en llamas llena de cadaveres colgados, empalados, tirados, de cualquier manera, pero todos quemados hasta los huesos y algunos de ellos aun ardiendo.

En el centro de la ciudad se encuentran una pila que alcanza los dos metros de altura de cadáveres quemados de mujeres, niños, ancianos y de todo.

Casi de manera omnipresente se escucha una voz que les habla:

  • ¿Quienes sois que venís aqui con un traidor y un asesino Vodacce?
  • Este lugar me dice la verdad y con ella juzgo a quienes entran para que estas almas descansen en paz.
  • Yo era uno de ellos y vivía en esta misma plaza.

Los héroes que no superan unas tiradas de voluntad acaban por ver como la realidad se distorsiona y viven la historia de San Juan.

Como un soldado llamado Don Lorenzo era una soldado del ejercito de castilla encargado de defender la ciudad, pero que es enviado a una misión justo antes que ataque Montaigne.

El ejercito de Castilla ante la presencia de Montaigne dirigidos por el General Montoya decide retirarse a pesar de la defensa ciudadana que se que ha organizado, dejando asi desamparados a los valientes de San Juan.

 

Paco y Fabio, no superan las tiradas de voluntad con lo que ven su realidad distorsionada y viven la historia de San Juan y como Don Lorenzo acaba siendo quien es ahora.
Mientras Astrid y Breogan, desorientados por lo que ocurre con sus amigos, deambulan por San Juan intentando encontrar una manera de liberar-los o al menos cazar a Don Lorenzo que va vestido como el vagabundo con sus ropajes medio quemados.

El siguiente episodio de locura que viven Fabio y Paco es el mismo asalto de la ciudad de San juan donde luchan codo con codo con los valientes de San Juan contra el asalto de Montaigne quien evidentemente acaban ganandando.

Pero de entre los ciudadanos que viven en su locura, una les señala una espada en el suelo, una espada toledana que no solo es una calidad excelente sino que parece que daña a los enemigos en este sueño de locura. Cosa que convierte a Paco y Fabio en trituradoras de carne que no paran hasta que el sueño cambia.

Tras el asalto de Montaigne se ve como llega Don Lorenzo al pueblo con un puñado de soldados, y luchan en inferioridad numerica contra una tropa de soldados de Montaigne, y solo queda con vida Don Lorenzo quien empieza a gritar de dolor al ver que en medio de la plaza han reunido a todo el pueblo y les han prendido fuego.

A todo esto la pobre Astrid y Breogan siguen perdidos en la ciudad buscando como detener la locura en la que viven sus amigos (Eso fue culpa mía, porque los pobres se aburrieron como ostras y se sentían totalmente perdidos, perdón por ello).

En todo caso uno de los últimos sueños que vieron es como en Barcino los barcos de Montaigne están atracados en el puerto y los Ochoa reciben grandes cantidades de oro de Montaigne, y entre estos se ve a Paco gestionando el dinero (cosa que él afirma falsa).

A esto que Don Lorenzo vestido como el Vagabundo entra en rabia pura y se lanza en duelo contra ellos, quienes lo acaban venciendo dejando-lo inconsciente en el suelo.

Pero antes de que esto ocurriese, nuestros héroes Astrid y Breogan descubren con la ayuda de un fantasma que deben mostrarle a Don Lorenzo la espada de su padre quien le recordará algo que le hará entrar en razón, y la consiguen, pero demasiado tarde por desgracia, ya que Fabio, en un acto apasionado y movido por la rabia, apuñala al cuerpo inconsciente de Don Lorenzo antes que se le pueda enseñar la espada.
A pesar de los intentos de los demás por detener-lo Fabio acierta en el corazón y Don Lorenzo muere en el acto.

vagoiilores Tras esto las llamas apagan, los gritos de los fantasmas aminoran, pero no desaparecen, y nuestros héroes se sienten perdidos, ahora saben quien es el Vagabundo, pero no saben nada del hermano del Rey, si porque Don Cristian sabia tanto de Don Lorenzo, o como un hombre que lleva aquí un año atrapado viviendo se le ve por toda castilla rescatando gente.

Paco, enfadado con Fabio por su acto, decide a espaldas del grupo, que él cree que lo que hacia este hombre matando a soldados de Montaigne aquí era lo correcto y que es una figura del pueblo, con lo que cogerá su mascará y se largará a seguir con su legado. Para ello deja una nota pidiendo que no se le siga.

La sesión terminó aquí y pasarán casi 3 meses hasta la siguiente donde nuestros héroes ahora con uno menos en el grupo deberán continuar con su viaje en la castilla ocupada, donde rodeados por un ejercito que les busca por lo ocurrido en la Reina del Mar y por haber escapado de una prisión, también deberán rendir cuentas con el Cardenal Verdugo y el Rey Sandoval.

Entre la pluma y la pared. Parte V

Yendo camino a Reina del Mar tras escapar de la prisión de las Torres, hay una pequeña parada que deben efectuar antes, en el pueblo de RioBajo hay una taberna llamada «El Sotano» donde Alicia ha quedado con Domingo de la Cierva un amigo y contacto suyo para introducirla en la Reina del Mar y ayudarle con un plan secreto que tiene… asesinar al general DuToille, el general al mando de la invasión a Castilla tras enviar al General Montegue al frente con Ussura.

Alicia tras la huida de las torres les cuenta su intención a nuestros héroes, estos aceptan ayudarla, asi que la acompañan al Sótano para que puedan contactar con Domingo.

RioBajo es un pueblo pequeñito a las afueras de La Reina del Mar, y tal como se acordó, Domingo espera a Alicia en ese sótano, pero también hay alguien más, un pelotón entero de Soldados de Montaigne junto con su capitán, un hombre con acento Avalones que se hace llamar Peter Sullivan, este reconoce a Alicia y empieza a charlar con ellos, la tensión sube un poco pero acaban saliendo ilesos del sótano y pueden hablar con Domingo sobre los planes de asesinar al General y a la vez ganar el torneo.

Domingo es propietario de un rancho grande en la Reina del Mar y como ex-torero (Matador en el juego) posee su propio equipo de matadores que van a participar.
Domingo se encargará de preparar el equipo para haga lo que debe, básicamente reasignar al matador principal que será Alicia, así si ella consigue ganar podrá  acercarse lo suficiente al general como para poder asesinar-lo. Pero es a nuestros Héroes quienes deben encontrar la manera de asesinar-lo.

Alicia en la prisión de las Torres le quitaron un punzón que podía inyectar un veneno suficiente para matar al general, así que Fabio conocedor de venenos como buen Vodacce, ofrece la posibilidad de conseguir un veneno similar, que con los contactos de Astrid se llega conseguir.

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Reina del Mar

Tras todos los preparativos, el equipo de Alicia esta apuntado, con nuestros héroes de ayudantes y todo dispuesto para el torneo se disponen a dormir en el rancho de Domingo.

Acertadamente nuestros héroes por eso, deciden antes de acostarse, excepto Paco quién ha tenido que sucumbir al deber y acostarse… con Alicia… bueno pues eso, que antes de acostarse nuestros héroes siguen a los matadores de Domingo por si deciden en el último minuto traicionar-los o algo, y efectivamente, movidos por la venganza de que una mujer haya venido en el último minuto y les haya quitado la posibilidad de la gloria esto les encabrona, así que deciden que quieren drogar al toro para que  haga un espectáculo penoso y no se coma más que un mojón. Pero nuestros interfieren y tras un sermón y una demostración un poco sádica de Fabio, les hacen ver que todos están del mismo lado, así que en esencia consiguen salvar el plan. Well done players!

Al día siguiente El torneo empieza, tras varios días de corridas al final como era de esperar, Alicia gana el torneo, y se puede acercar al general DuToille, el cual recibe el picotazo de veneno sin darse cuenta, ya que al final consiguen meter el veneno en un anillo con aguja y Alicia solo tiene que abrazarlo.

Pero Fabio descubre que entre las cortesanas de la corte de Montaigne hay una mujer que sus ojos revelan que les ha descubierto, pero su cara de picarona, oculta algo que no consiguen entender, «Quien es esa mujer?» nadie lo sabe, indaga un poco para nadie la conoce, un misterio que se quedará en la recamara  hasta más adelante.

Tras el veneno del anillo Domingo ha preparado la huida de todos, Alicia es enviada al muelle donde un barco «amigo» la puede llevar lejos de allí, y en el norte ha contactado con un amigo suyo que tiene una hacienda con taberna que puede hospedar de manera segura a nuestros héroes.

Justo antes de la huida, les entrega un sobre con información sobre el Vagabundo, y resulta ser una nota de Don Cristian Acedo, donde les advierte que en San Juan solo encontraran dolor y quien habita allí esta corrompido por el diablo y es el mismo diablo.

A todo esto nuestros héroes cabalgan al norte otra vez dejando una ciudad en caos tras de sí.

 

Entre la pluma y la pared. Parte IV

El viaje a San Agustín continua dejando atrás San Teodoro, los héroes siguen su viaje esta vez acompañados de Don Cristian el cual sabe el secreto de la maldición, así que noche tras noche continúan el viaje mientras él duerme de día.
Durante la travesía por el muro tuvieron ciertos encontronazos esporádicos con ataques de Montaigne pero los solventaron sin problemas.
Para resumir lo hecho, llegaron sin problemas a San Agustín, donde se separarían de Don Cristian e intentarían cruzar el muro para seguir al norte, y no olvidemos el hecho de ir a visitar al viejo que les aguarda en San Agustín, que tras irse informando por el camino sobre el folklore local descubrieron que en ciertas noches cerca del cementerio dicen que aparece una cabaña en la que habita un hombre muy viejo que se hace llamar el Viejo Juan. Tal como se les describió encajaba con lo que escucharon en la esperanza así que creen que deben ir allí para asegurarse y preguntar como eliminar esta maldición.

Al llegar a San Agustín se despiden de Don Cristian quien tiene el deber de ordenar un ataque por la mañana y se ponen rumbo al cementerio para encontrar la cabaña del viejo Juan.

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San Agustín

Rapidamente encuentran la cabaña en el cementerio y efectivamente en ella se encuentra un viejecito muy enclenque que aparenta tener como 200 años, y se hace llamar Juan, con todo un halo de misterio el viejo les reconoce y estos les cuentan que tienen el colgante de calavera del capitán Castillo, este les cuenta que hace 60 años hizo un trato con ese hombre a cambio que le llevará a La Rioja su tierra natal, pero este le engaño y desde entonces tiene ese «don», que con gusto se lo quitará. Así que procede hacer un ritual, pero nuestros héroes divisan que un grupo de hombres que reconocen se acercan a la cabaña y resulta ser el Capitán Castillo con sus piratas, que vienen a tomar venganza por su regalo en el barco. Un duelo se inicia delante de la cabaña, todos hacen esfuerzos para mantener a los piratas lejos del Viejo Juan ya que distraerlo o herirlo provoca que deba volver a empezar y esto es un engorro cuando el ritual dura 10 min en medio de un combate.

Así que casi en un duelo de inmortales solo los que se destruyen parece que son los que mueren, asi que cortan cabezas, hacen explotar cosas, Breogan los hace arder con su Fuego Adentro, hasta tal punto que empieza a arder también la cabaña del Viejo Juan el cual sale de la cabaña y continua su ritual allí. Tras unos asaltos épicos, y el capt. Castillo envuelto en llamas, destruyen la calavera y las risas de los piratas y en especial de su capitán, se vuelven gritos horribles de agonía, una llama de más de 5 metros sale de su cuerpo que le consume en menos de 5 segundos, y tod@s se ven aliviados al notar que su maldición ha desaparecido y una aventura secundaria ha sido realizada! PX PARA TOD@S!

Dan las gracias al Viejo Juan y deciden largarse de allí antes de que aparezcan unos amables soldados a preguntar «que pollas esta pasando aquí?».

Así que se van al sitio que todo héroe va cuando no sabe que hacer… ir a la taberna.
En la taberna de San Agustín Paco reconoce a alguien, una mujer, preciosa, de pelo oscuro y porte especial, esta mujer es Alicia Zaneta de Lázaro. Una torera que se está ganando mucha fama por ser un duro rival para los demás toreros, ya que lo hace igual de bien o mejor que ellos, y eso en esta sociedad no es bienvenido en todos lados.

Tras unas cuantas cervezas descubren que su intención es cruzar el frente y torear en las fiestas Reina del Mar una ciudad que queda de camino a San Juan y que es famosa por sus corridas en fiestas, varios equipos compiten entre sí para ver quien lo hace mejor y son evaluados por jueces, y Alicia piensa participar y ganar. Pero el problema que tiene es que su contacto para cruzar el frente no ha aparecido y esta perdiendo la paciencia, porque quedó teóricamente ayer con él, cosa que le hace confesar a los héroes todo esto. Pero al poco de confesar sus intenciones, se presenta un hombre que dice llamarse como el contacto que espera, «Pedro el Bajo» de aspecto de buena planta, tiene el mentón un poco pronunciado, no exageradamente pero le da un toque muy masculino, bien afeitado y con pelo cuidado, ojos negros y de mirada intensa.
Puesto que Alicia les había pedido que la ayudasen a cruzar, ahora con su contacto aquí deciden que mejor cruzar todos juntos, y así lo hicieron. Pedro el Bajo les llevó a una casa con un túnel en si sótano que les lleva directos al otro lado del frente, Paco previsor como siempre, decide que por si acaso saldrá el último y que irá en sigilo por si las moscas.
El plan de Alicia es simple, Pedro nos lleva al otro lado, allí nos espera un carruaje que nos lleva directos a La reina del Mar, y con diligencia y seguridad en si misma, va detrás de Pedro a por el carruaje. Y si… es una emboscada, un sargento de la guardia de Montaigne, les ha tendido una trampa, más de una docena de hombres rodean el carruaje y les apuntan con sus mosquetes, pero recordemos que Paco, precavido como es se quedo escondido en unos arbustos diciendo «Lo sabia!, me llamaban paranoico!».

Alicia al verse rodeada de mosquetes y sentirse traicionada, no tarda ni medio segundo en reaccionar, coge su puñal y lo clava al corazón de «Pedro el Bajo» al grito de «TRAIDOOR!» y este sin entender que sucede cae al suelo desangrándose como un cerdito. Los montaigneses se encargan de meterlos rápidamente en el carruaje y llevárselos lejos de aquí, en la prisión de guerra de las Las Torres, mientras dejan atrás a unos pocos soldados que se encargan del cuerpo de Pedro, que desconocen si sigue con vida o está enterrado en una cuneta de por allí.

Paco intenta seguirles a pie, y es relativamente facil, dejan huellas bien marcadas y hay pocos o ningun carruaje circulando por estas tierras en guerra.

Tras unas horas de viaje acaban en una prisión encima de una colina que es un castillo reformado, no voy hacer una descripción muy acurada del sitio porque nuestros héroes no tardaron ni una hora en largarse de allí, pero dejaré un mapa de lo que les esperaba allí. Mapa Castillo de Colditz.jpg

Tal cual entran en la prisión les registran y les quitan todo objeto personal, creo recordar que Paco estaba en el pueblo más cercano en un pajar intentando organizar una fuga para nuestros héroes, pero estos no les hacia falta ningún plan. En un momento en los que ven que solo un puñado de guardias están para la labor de viajar saltan a la yugular de ellos y generan un pequeño motín donde acaban dejando inconscientes a la mayoría de los guardias y saliendo por la puerta. Las alarmas saltan y esperan a que una partida de guardias salga para interceptarla y requisar el mensaje que sin duda avisaría a las autoridades del aspecto de unos presos fugados, cosa que les haría la vida más difícil, y de paso quedarse con los caballos. Y a todo esto Paco aparece de la nada con un plan de fuga, que era bastante bueno, pero ahora ya que mas daba… acabaron con la partida de guardias y con su nota, cogieron sus caballos, sus ropajes y armas y se largaron hacia La Reina del Mar con el ocaso en sus espaldas.
Al puro estilo de Séptimo Mar.

En el siguiente capitulo Alicia les confiesa algo y el torneo de la Reina del Mar les brinda una oportunidad fantástica para hacer historia.

 

Entre la pluma y la pared. Parte III

La llegada por la noche de nuestros héroes a San Teodoro tras la fuga del barco fantasma en un bote.

Así empezaba esta partida dentro de la campaña, San Teodoro es una ciudad que lleva 1 año en asedio. Tras la retirada en San Juan del ejercito de Castilla, se ha construido un muro que esta hecho en sus mejores tramos de piedra y en sus peores apenas se puede considerar empalizada que va desde San Teodoro a San Agustín, en otros términos, de mar a mar. Este muro hace de la zona Oeste de castilla el último bastión de Castilla.
San Teodoro es el puerto interior (del Mar interior de Castilla), que mantiene la linea de suministros a todo el muro, la mayoría de refuerzos llegan aquí y se distribuyen por todo el muro, eso no quiere decir que no lleguen suministros a San Agustín, solo que llegan más habitualmente por aquí. Mapa ciudad costera 02.jpgSan Teodoro es… la guerra… una ciudad asediada constantemente se escuchan tiros y explosiones por doquier, la mayoría de edificios están destruidos y la gente vive o más bien se refugia en los sótanos que aun se mantienen y entre los edificios que aún siguen en pie. Una flota de 30 barcos protege el puerto y en las calles (constamente bombardeadas) circulan solados arriba y abajo.  El astillero esta lleno de barcos reparándose o desarmándose es difícil distinguirlo, la bahía del puerto esta llena de barcos naufragados y su navegación se hace como poco difícil, pero a pesar de ello no parece detener el flujo constante de barcos atracando en él.

Nuestros héroes se las apañan para llegar a tierra con el bote en plena noche, (Sinceramente no recuerdo como esquivan a los vigías, pero el caso es que llegan a la ciudad), en ella se «pasean» esquivando bombas e intentando cruzar-la, (Debo explicar, que en este punto los Héroes saben que un simple rasguño les cambia su apariencia por la un zombie, cosa que dificulta bastante las tiradas sociales en un país donde se cree que el Legión y Satan están apunto de aparecer), la cosa es que de milagro esquivan las bombardas y descubren que salir de la ciudad de manera legal es imposible como poco, apenas que no se cuente con un permiso especial de capitanía, y salir de manera ilegal, es como poco imposible, ya que hay guardias y soldados vigilando cada movimiento a las afueras de la ciudad. Mientras se mueven por la ciudad una bombarda cae justo a su lado a un pelotón de soldados que estaban transportando unos barriles de pólvora. matando a varios de ellos en la explosión, estos están siendo liderados por un hombre con mucha presencia que rápidamente les pide ayuda.

  • «Vosotros, ayudad-nos, estos barriles tienen que llegar al fuerte o los cañones no podrán disparar y será la perdición!»

Sin pensarse-lo los héroes cargan con los barriles hasta el fuerte esquivando las explosiones también de milagro y una vez allí, el capitán que les pidió auxilio se presenta como Don Cristian Acedo Lopez de Torres.

  • «Gracias nuevamente por ayudar-nos, es difícil encontrar hombres hábiles por las calles hoy en día, me llamo Don Cristian Acedo Lopez de Torres.»
  • «Debo atender unos temas importantes, les invito a venir conmigo, puesto que igualmente no les dejarán salir sin mí, creo que no tienen mejor opción.»
    *Dice de forma simpática.

Les lleva al cuartel general y allí se encuentran con Don Miguel Montonya de Torrecaminos, el general de la defensa del muro. Reunidos junto a él están los altos rangos del ejercito de castilla que parecen discutir las estrategias venideras, Don Cristian aguarda con los héroes hasta que termine la sesión y una vez terminada Don Montoya se acerca a estos y saluda Don Cristian dándole las gracias por traer los barriles, este informa de la acción de nuestros Héroes, Don Montoya les agradece el gesto pero no puede ofrecer nada a cambio e informa a Don Cristian que debe partir a San Agustín a defender-lo de un próximo ataque Montaignes, pero que lamentablemente debe partir solo ya que depende de que cada hombre de los que dispone.

Aquí no recuerdo exactamente porqué ni el tema, los jugadores acabarán acompañando a Don Cristian pero se ponen a discutir delante del General y Don Cristian, concretamente Fabio y Breogan (creo que fue por algo que hizo Breogan en el que Fabio se sintió ofendido o algo así), produciendo una inevitable perdida de Reputación. Pero tras este incidente que creo recordar que acaba con ambos inconscientes por manos de Astrid y Paco, continúan su viaje a San Agustín. Salen de San Teodoro a caballo y tras unas horas tanteando a Don Cristian y recorriendo el muro, los héroes deciden confesar-le el secretito que son No-muertos hasta que se quiten la maldición que no saben ni como, y que solo son conscientes de si mismos de noche, ya que no saben que pasa con ellos de día ya que desde que se han quedado malditos no han visto de nuevo el Sol.

Y así acababa nuestra partida de San Teodoro.

 

Entre la pluma y la pared. Parte II

Tras las vueltas por Castilla de nuestros héroes vuelven a San Cristobal con los bolsillos llenos (se me olvidó mencionar en la anterior partida Sienna les regaló una brújula que siempre señala la misma dirección y esta no la han vendido).
En San Cristobal han perdido todos los pasajes a San Teodoro con los que habían hablado pero un nuevo barco «la Esperanza» parece que tiene ese destino, es un viejo barco con 4 cañones por lado y que ha sufrido…mucha vida de mar, pero su capitán Diego Castillo de Orduñez y sus tripulantes parecen ser marineros experimentados y sin duda que se han librado de situaciones donde los demás yacen en el fondo de mar como decoración para los peces.

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Diego Castillo de Orduñez

La Esperanza parece aceptar a pasajes y esta cargando con objetos de valor medio seguramente para comerciar en algún puerto lejano. El barco parte al anochecer, seguramente para esquivar mejor el bloqueo naval que rodea el puerto y nuestros héroes no se lo piensan dos veces van con ellos.

El viaje resulta ser tranquilo, donde hasta llegan a ver sirenas en el agua donde los marineros les advierten que no se tiren al agua y que todo irá bien. Entrada la noche el capitán les invita a pasar a su camarote donde tienen una agradable charla sobre lo que es piratería y lo beneficiosa que es para el cuerpo esta. A media conversación a grito de los marineros, avistan un barco y el capitán aconseja a sus invitados que no salgan del camarote… y por si acaso los cierra con llave. Al cabo de unos minutos fuertes cañonazos y muchos gritos retumban por doquier, un cañonazo alcanza el camarote del capitán dejando un boquete por el que nuestros héroes pueden salir. Al salir se encuentran un escenario dantesco, un balandro esta siendo abordado por la Esperanza y parece que el pobre balandro no tiene mucho que hacer, pero lo más espantoso del tema, es que la tripulación de la Esperanza son ZOMBIES!!!

Nuestros héroes tras un breve pensamiento deciden que van a ayudar a la Esperanza que ya que han pagado el billete con ellos, pues con ellos hasta al final (son como los votantes de derechas que da igual que sean demonios, zombies o come-bebes, son lo que han elegido y se quedarán con ellos. A la mierda los prejuicios).
Claramente es apostar por el bando ganador, el capitán Castillo esta en duelo con el capitán del otro navío y los demás tripulantes están luchando para mantener el control de cubierta.
En ese momento Fabio analiza la situación y valora que quien más problemas tiene es el capitán, así que decide echarle un cable, rápidamente entre los dos el capitan del balandro es derrotado y el navio se rinde ante la Esperanza, pero el Capitan Castillo se siente molesto, no solo por ver a sus «invitados»  fuera de su camarote, sino por la ofensa de interrumpir un duelo entre capitanes. Tras la ofensa Fabio y Diego se ven envueltos en un duelo, Fabio claramente mejor espadachín que Diego parece estar dominando el combate, pero lo que no sabe Fabio, es que diego es un immortal, y en esencia se le mea en la cara con sus estocadas. El combate acaba de la única manera que podía acabar, con Fabio en el suelo de cubierta con el sable del capitán Castillo en su cuello.

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El capitán Castillo no duda mucho en clavar-le el sable al corazón y matar Fabio mientras perplejos los demás se quedan sin habla.

  • ¿Entonces aceptan el precio de la libertad y navegar con nosotros como piratas? *Mientras se ríe malvadamente.

Rápidamente los demás héroes son rodeados en cubierta por un motón de piratas esqueléticos, de entre ellos aparece Diego y dice:

  • ¿Caballeros, estos señores quieren unirse a nosotros, les damos ese honor o les damos muerte?
    *Los demás piratas gritan al «YAY!»
  • Pues que así sea!

Y antes que pudieran parpadear las pistolas están humeantes y sus pechos húmedos, sangre a borbotones sale de su pecho manchando sus camisas de carmesí, la oscuridad les envuelve y de entre ella un murmullo se escucha una luz tenue empieza a aparecer y de golpe se despiertan en el suelo de cubierta cubiertos con su propia sangre, muertos y vivos, fríos y sin vida aún se pueden mover.

*Acaban de ganar el trasfondo de Maldito(3) exceptos aquellos que tuvieran Jack Maltiempo, desconocen sus efectos aún, pero pronto los descubrirán.

Unidos a la tripulación fantasma, nuestros héroes intentan descubrir que ha pasado y hablando con la tripulación, concretamente con Pete el viejo, este les cuenta que el capitán antes era marinero, y que navegó con él, era un muchacho corriente, pero tras una noche en San Agustín, desapareció y lo siguiente que supo de él, es cuando acabo en su barco, era capitán y podía resucitar a los muertos con un extraño colgante en forma de calavera que lleva siempre encima. (El viejo Pete parece tener como 80 años, y nunca le preguntaron porque acabó en este barco…pobre Pete nunca se sabrá su historia).

En todo caso, ellos al lió ya tienen un objetivo y un motivo, San Agustín y el colgante de la calavera, así que traman esa misma noche un plan que es en esencia, mientras unos preparan un bote a escondidas y unas cargas explosivas, Astrid y Fabio entran al camarote del Capitan dormido para robarle el colgante de su cuello y acto seguido tirarse al bote.

Pues dicho y hecho, no tardan muchas horas en planear la huida, y a excepción de un ligero despiste de no coger sus pertenencias, se cuelan al camarote por el casco del barco, el bote les espera en popa y los guardias están noqueados, así que se largan de allí con solo la brujula de Sienna, y ven a la lejania como una explosión sacude la Esperanza.

Y con esto acaban llegando a San Teodoro, ciudad de la resistencia Castellana contra Montaigne donde reside el último bastión de Castilla con su ejercito de valientes.